-
Arquitectos: AZO. Sequeira Arquitectos Associados
- Área: 1206 m²
- Año: 2020
-
Fotografías:Nelson Garrido
-
Proveedores: Alfilux, Avacport, Decunify, Ecosteel, IEN, Lledò, MPG, Mercado da Pedra, Miguel Verissimo & Filhos, OTIIMA, OTIIMA, Outgarden, Strong, Vilaça Interiores
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En la Avenida 31 de Janeiro de la ciudad portuguesa de Braga, encontramos un proyecto de rehabilitación de un edificio de principios del siglo XX. Apasionados por sus detalles arquitectónicos, elegimos este lugar para convertirse en la futura sede del Grupo Castro y sumar a su historia nuestra trayectoria con más de 50 años de experiencia. Este será el espacio que nos inspirará a crear un futuro de excelencia.
Así, la nueva sede del Grupo Castro, se torna en un proyecto ambicioso con respeto y aprecio por el pasado. De hecho, al ser un inmueble de innegable valor cultural, siempre estuvieron presentes los principios enumerados en los documentos, cartas y convenciones que regulan y orientan las intervenciones en el patrimonio cultural, incluida la Carta de Cracovia.
Valores como la autenticidad, integridad y reversibilidad se observaron a nivel de proyecto y en el transcurso de la obra, por lo que la opción siempre fue privilegiar el carácter inmanente de las preexistencias, buscando una adecuada articulación entre lo nuevo y lo existente. Se trata de una intervención arquitectónica claramente contemporánea, pero que, al mismo tiempo, conserva la autenticidad y el “espíritu del lugar”.
El objetivo principal de la rehabilitación fue respetar la imagen general preservando lo existente, mediante el uso de componentes y colores homogéneos, asegurando un equilibrio conceptual y formal. Durante la obra se utilizaron técnicas que garantizaron la preservación y mantenimiento de elementos considerados de interés arquitectónico. En el edificio principal se conservaron íntegramente todos los materiales decorativos, se restauró la carpintería y herrería, estuco y dorado, armazón de madera y escaleras. fueron determinantes para la preservación de la imagen general, característica de la preexistencia.
La nueva volumetría, contigua al edificio principal y que alberga los espacios de apoyo, fue construida íntegramente en hormigón visto para permitir su integración en el conjunto. Este proyecto resulta ser el resultado de un proceso que conjuga todas las instalaciones y que también se traduce en un homenaje a las técnicas tradicionales de construcción que, resistiendo la voracidad de los tiempos, se materializan en una obra que valora la historia de construcción.
La rehabilitación del edifico encara la importancia de la preservación del patrimonio arquitectónico como forma de desarrollo sustentable. La localización en los centros urbanos, incentiva el uso de transportes públicos menos contaminantes, permite el fácil acceso a las infraestructuras como restaurantes, escuelas, correos, entre otras. Además, la ocupación de terrenos y/o construcciones existentes evita el uso de espacios sin explotación humana protegiendo los recursos naturales.
La apreciación del pasado, como forma de proyectar el futuro, intensifica los lazos espaciales y constituye el testimonio vivo de una época. Devolver la vida a un patrimonio arquitectónico representa un hito importante para la ciudad. Es así como podemos transportar los vestigios de la historia al presente y aprovechar lo mejor que tiene para darnos. Esta relación pasado-futuro es un ingrediente esencial en una obra intemporal. Preservando el pasado para construir el futuro.